Esta prueba permite entender cómo tu ADN influye en tu salud dermatológica, comprende la predisposición genética a ciertas afecciones cutáneas y para determinar la mejor forma de abordar condiciones como el acné, arrugas faciales, elasticidad de la piel, estrías, hidratación de la piel, pérdida de cabello, manchas de edad, rosácea, vitíligo, sudoración excesiva, entre otras.