Esta técnica se basa en la hibridación de sondas de ADN marcadas con fluorocromos
a muestras de tejido o células cancerosas, lo que permite la visualización directa de anomalías genéticas, como las fusiones génicas, bajo un microscopio de fluorescencia. La detección de genes de fusión mediante FISH es importante para el diagnóstico, pronóstico y selección de tratamientos específicos en el cáncer. Los genes de fusión pueden resultar de translocaciones cromosómicas, donde dos genes diferentes se combinan para formar un nuevo gen. Estas fusiones pueden ser oncogénicas y contribuir a la carcinogénesis.