Son pruebas que se realiza a un hombre que no ha podido concebir un bebé después de intentarlo durante un año o más. La infertilidad masculina sucede debido a la poca producción de espermatozoides, al funcionamiento anormal de los espermatozoides o al bloqueo que impide la liberación de los espermatozoides.
Una concentración de espermatozoides muy baja se puede deber a una causa genética. Un análisis de sangre puede revelar si hay cambios sutiles en el cromosoma Y, diagnosticar diversos síndromes congénitos o heredados.