Las pruebas genéticas para el cáncer de próstata están destinadas a detectar mutaciones genéticas que puedan aumentar el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer.
Estas pruebas suelen implicar el análisis de genes específicos, como BRCA1, BRCA2 y HOXB13, están asociados con un mayor riesgo de cáncer de próstata.