El cariotipo prenatal es una prueba genética realizada durante el embarazo para examinar los cromosomas del feto.
Esta prueba se realiza generalmente entre las semanas 10 y 20 del embarazo y ayuda a detectar posibles anomalías cromosómicas, como el síndrome de Down, el síndrome de Patau o el síndrome de Edwards. El procedimiento implica tomar una muestra de líquido amniótico o sangre de cordón y luego analizar los cromosomas para identificar cualquier anomalía.